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El Tranvía de la Costa, o Tranvía de Gandarillas, como era conocido por la población que adoptó el nombre del promotor, fue el primer transporte de pasajeros establecido en la ciudad de Santander. En un principio, y debido a los retrasos, el servicio se inició con mulas. Se empleaban 32 de estas por la vía de un solo carril para la ida y para la vuelta a lo largo de 4.604 metros.
El tranvía se puso de moda, no se oía hablar de otra cosa que no fueran sus comodidades para ir a las playas. En 1877 llegaron las locomotoras a vapor y quedo anulado definitivamente el remolque por medio de mulas.
Cada locomotora tiraba de tres vagones de dos departamentos cada uno, y el precio por viaje era de 25 céntimos. Después de unos primeros días de miedo hacia las calderas de las máquinas de vapor, la situación se normalizó al ver la población el correcto funcionamiento de estas.
